domingo, 6 de julio de 2008

La obesidad, un estereotipo en grupos sociales en transición

Resumen

La obesidad se considera, en la actualidad, una enfermedad con riesgos potenciales de convertirse en la pandemia del siglo y con graves consecuencias tanto para la salud individual como para las estructuras sociales y económicas de los países occidentales, de ahí la importancia que tiene no sólo como un problema alimentario de salud pública, sino como fenómeno social, económico y cultural. De esta forma, se aborda como un estereotipo que presupone un cierto estatus y corresponde a sociedades en tránsito de pre a industrializadas.

La problemática se define, se exponen las causas y se proporcionan datos basados en las encuestas nacionales de salud y nutrición de 1996, 1999 y 2006 en México y específicamente en el Estado de Campeche, con la finalidad de identificar una de las zonas del país que están en transición y que tienen mayor número de personas obesas.

La obesidad, un estereotipo en grupos sociales en transición

Introducción

Las sociedades de la cultura occidental, en la actualidad, llevan un tren de vida que podría tener consecuencias catastróficas en un futuro no muy lejano ya que proliferan enfermedades típicas de las ciudades industrializadas como el estrés, obesidad, sobrepeso y problemas cardiovasculares, entre otras. ¿Acaso el origen de estas enfermedades, y otras, tiene que ver con el aumento en la capacidad adquisitiva y el consecuente estilo de vida de estas sociedades?

Esta reflexión trata sobre la obesidad, como un problema alimentario actual de salud pública, la cual se considera como un fenómeno que se puede explicar desde el ámbito biológico, nutricional y médico, pero se estudia también como un fenómeno social, psicológico, económico y cultural, (Contreras, 2002, p. 285); y con base en estos últimos, la obesidad en este trabajo se observa como un estereotipo, como el anhelo de cumplir con una imagen deseada en algunos grupos sociales preindustrializados que podría significarles “salud”, bienestar y abundancia de alimentos, resultado de un mejor nivel socioeconómico. Aunque, en otros grupos sociales (industrializados), el estereotipo ha cambiado ya que ahora se considera una enfermedad.

Para argumentar tal aseveración, se comienza por una definición sobre lo que es la obesidad (ISSSTE, 2008), se exponen algunas de las causas y se proporcionan datos basados en las encuestas nacionales de salud y nutrición de 1996, 1999 y 2006 en México y específicamente en el Estado de Campeche, en donde hay grupos sociales en transición y que están por encima de la media nacional en cuanto al sobrepeso, lo cual ofrece algunos indicios que permiten aseverar la idea central de este escrito.

La obesidad o el deficiente estado nutricional de la población

Algunas de las características asociadas a un estado nutricional deficiente en las personas, como baja talla, bajo peso, anemia, entre otras, se asocian con condiciones de pobreza y acceso restringido a alimentos nutritivos; sin embargo, la obesidad y el sobrepeso son las únicas enfermedades que se asocian con la abundancia de alimentos.

La obesidad se entiende como “una enfermedad crónica caracterizada por el almacenamiento en exceso de tejido graso en el organismo, principalmente relacionada con factores biológicos, socioculturales y psicológicos. Su origen es multifactorial”, (PrevenISSSTE, 2008); definición basada en el índice de masa corporal que ofrece el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado:

En México, casi dos terceras partes de la población […] adulta presentan un índice de masa corporal por arriba de lo normal. La obesidad representa 23.7% de los casos y el sobrepeso 38.4%. Sólo 36.2% presenta un índice de masa corporal en el rango de lo normal y 1.8% presenta peso bajo. Esto indica que existen alrededor de 30 millones de adultos en México con sobrepeso u obesidad, 18.5 millones con sobrepeso y 11.4 millones con obesidad, (PrevenISSSTE, 2008).

Algunas causas de la obesidad

Si se piensa que la obesidad tiene que ver con el aumento de la capacidad adquisitiva; con un mayor consumo de alimentos más allá de lo necesario o más de lo que exigiría la salud; que no existe una educación o instrucción dietética; que los hábitos alimenticios actualmente tienen una creciente demanda porque representan prestigio social y porque existen presiones culturales de carácter ceremonial y social (Contreras, 2002, p. 285), entonces estamos en el camino de entender cuál es el origen sociocultural de la obesidad .

En la actualidad, la obesidad no sólo responde al hecho de cuánto se come y qué se come, también es consecuencia del ritmo de vida y del desarrollo tecnológico, lo cual ha provocado una sedentarización de las personas y ha supuesto una reducción del gasto energético, (Contreras, 2002, p. 283).

Indicadores a nivel nacional

Con la finalidad de identificar las zonas del país que están en transición, las cuales tienen mayor número de personas obesas y que esta deficiencia del estado nutricional se está heredando, se proporcionan datos relevantes a nivel nacional por grupos de edad.

Niños menores de cinco años. Se comienza por algunos datos del país con la finalidad de hacer una comparación posterior con Campeche. De 1999 a 2006, hubo un pequeño decremento (0.2 puntos) de sobrepeso en niños menores de cinco años. Por ejemplo, en la Ciudad de México y en el sur del país se disminuyó en un 1%, mientras que en la región norte la disminución fue de 2.4%. Sin embargo, en la región centro, el sobrepeso aumentó un punto, (ENSANUT, 2006, pp. 92-93). Estos datos parecieran indicar que mientras más al sur del país se viva, las personas están inmersas en grupos sociales menos industrializados.

Niños entre cinco y once años. De acuerdo con los criterios de la International Obesity Task Force (IOTF), el grupo de niños entre cinco y once años tuvo un aumento de alrededor de 26.8% en niñas y 25.9% en niños, de sobrepeso y obesidad. Es decir, en tan sólo siete años aumentaron 39.7%. Y los niños aumentaron 52%, mientras que las niñas 33%. Lo más alarmante fue que la obesidad en niños pasó al 77% y en niñas al 47%. Cabe señalar que este último aumento no fue igual en todo el país; es decir, mientras más al sur, mayor sobrepeso y obesidad en los niños. (ENSANUT, 2006, pp. 94-95).

Adolescentes. Uno de cada tres hombres o mujeres adolescentes tienen sobrepeso u obesidad, con una pequeña tendencia hacia las mujeres. Con estos datos, es posible apreciar que, al menos para el caso de México, la obesidad se comporta de manera diferenciada según las zonas geográficas (asociadas a las etapas de transición ya mencionadas) y al género (mujeres en etapa de reproducción) y a la edad (niños que probablemente heredan pautas y genes).

Indicadores de Campeche

Con la finalidad de argumentar a favor de la idea que se viene exponiendo, se presentan los datos del fenómeno de obesidad en la población de Campeche en niños en edad escolar, adolescentes y adultos, tanto en localidades urbanas como rurales.

En los escolares. La obesidad en los niños de localidades urbanas es más del doble de los que habitan en localidades rurales (39.7 contra 16.7%, respectivamente). Los hombres mantienen porcentajes mayores en comparación con las mujeres. En general, la obesidad en los escolares de Campeche se ubica por arriba de la media nacional (ENSANUT/Campeche, p. 80).

En adolescentes. La obesidad en los adolescentes que viven en las ciudades fue de 43.6% (4% más en las mujeres) en comparación con 31.1% de aquellos que viven en localidades rurales (13% más en las mujeres). Se destaca que estos porcentajes son mayores a los del resto del país. (ENSANUT/Campeche, p. 81).

En adultos. Los adultos mayores de 20 años tienen un sobrepeso de 75.1% (8% más en las mujeres). En comunidades urbanas es de 76.1% y en las rurales 71.7% (17% más en las mujeres). Campeche está por arriba del promedio nacional, muy cerca del valor máximo encontrado a escala nacional. (ENSANUT/Campeche, p. 84).

En todos los casos se aprecia que hay más personas con obesidad en las comunidades urbanas que en las rurales (un tercio en los escolares y adolescentes, y 7 de cada 10 adultos) y en todos grupos de edades, (ENSANUT/Campeche, p. 83).
Conclusión

En estas líneas se ha tratado de argumentar, con algunos datos estadísticos, que la idea de obesidad como problema de salud pública en la República Mexicana, parece estar relacionada con el estereotipo de que estar “gordo” es sinónimo de cierto estatus y que corresponde a grupos sociales que están en tránsito de una sociedad pre a una industrializada.

Por supuesto, este planteamiento debería ser corroborado por estudios de tipo etnográfico y probablemente contrastarlos con otros grupos sociales de otros países. Por lo pronto, quedan abiertas las líneas de investigación más allá de lo cuantitativo para dar paso a estudios que indaguen otras interpretaciones.

De esta manera, se podría observar por qué en otros grupos sociales, con economías capitalistas avanzadas (países mayormente industrializados), el estereotipo ha cambiado y ahora se considera una enfermedad con riesgos potenciales de convertirse en la pandemia del siglo y con graves consecuencias no sólo para la salud individual, sino para las estructuras sociales y económicas de los países occidentales.

Lista de referencias

Bibliográficas

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Electrónicas

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Thompson, Ch., Óscar C. (2000). “La desnutrición infantil como un problema de salud”, en, Revista del Hospital General Dr. Manuel Gea González, Vol. 3, No. 1., pp. 35-38. México: Mediagraphic. Literatura biomédica. Recuperado el 8 de mayo de 2008, de
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Retos y logros, reflexión

El objetivo de esta reflexión es valorar los avances sobre el primer nivel de competencias y los retos para el segundo nivel de competencias para incursionar de la manera más adecuada a un entorno de educación a distancia mediado por tecnologías de información y comunicación. A continuación se describe lo que debo poner en práctica y cómo se llevará acabo:

Pensamiento crítico.- Analizar las lecturas en cada actividad y registrar adecuadamente las ideas de los diferentes autores, así como expresar y diferenciar claramente en la redacción las interpretaciones personales para mostrar o describir una postura personal respecto a cada tema tratado; apreciar o recibir de manera crítica las observaciones académicas tanto de la tutora, compañeros y profesores de la Maestría para el logro de la autorregulación tanto académica como personal; seguir las indicaciones de cada actividad para entender los procesos de evaluación especificados en cada tema, búsqueda y selección de información, así como en la propuesta y expresión de ideas propias o de otros autores; elaborar los trabajos con base en lecturas críticas para interpretar, analizar, inferir y generar ideas y opiniones propias y no sólo reproducir las ideas de los diferentes autores; reflexionar sobre los trabajos “correctamente” elaborados (temas, objetivos de aprendizaje, proceso de elaboración, reflexión, citación y referencias) para aprender esquemas de trabajo y aplicarlos a trabajos futuros; así como analizar y autoevaluar las estrategias planteadas en cada fase del propedéutico para corregir o incorporar nuevas estrategias de orden individual o de grupo.

Comunicación escrita.- Conocer la correcta manera de citar y referenciar bibliografía, hemerografía, fuentes electrónicas y otras, en estilo APA, así como revisar la gramática, sintaxis y ortografía de los trabajos elaborados para redactar con mayor exactitud las ideas propias o puntos de vista personales e identificar claramente las ideas propias de las ajenas de cada documento elaborado antes de enviarlo a revisión o evaluación (autorregulación); diferenciar los tipos de texto por sus características; leer con atención, analizar y comprender las indicaciones de cada actividad tanto en grupo (trabajo colaborativo en sede), como individuales para lograr los objetivos de aprendizaje de cada sesión; y redactar resúmenes y reseñas que sólo expresen lo esencial de cada texto trabajado.

Uso de tecnología.- Conocer los tipos y características de los diferentes buscadores de información electrónica con el fin de utilizarlos en trabajos académicos y establecer las respectivas estrategias de búsqueda y selección de información; conocer los tipos y características de las fuentes de información electrónica con el fin de ser utilizadas en trabajos académicos; evaluar y llevar un riguroso registro de la información electrónica de interés como direcciones (URL), páginas frecuentes, buscadores, publicaciones científicas y relacionadas; así como utilizar y practicar las diversas herramientas tecnológicas como el correo electrónico, foros de discusión, así como uso de procesadores de palabras como “Control de cambios”, “Esquemas”, “Tablas” y “Vistas” para el mejor aprovechamiento personal y colaborativo académico; esta última idea involucra la red de apoyo (Ideas enred@d@s) en donde se compartirán diversas fuentes de información tanto electrónicas, bibliográficas, entre otras, así como los documentos generados de manera individual como en grupo.

Estudio independiente.- Organizar las actividades diarias y semanales con bases realistas que ayuden al mejor desempeño personal y profesional en todas las áreas en las que me desempeño y tomar la decisión de llevarlas a cabo; establecer por escrito las estrategias de estudio independiente y tenerlas presentes todos los días para recordar los objetivos a cumplir, así como tener por escrito la motivación principal al ingresar a la Maestría; planear las actividades diarias personales, laborales y académicas en función de las actividades establecidas por la maestría para buscar y seleccionar fuentes de información confiables y con fines académicos; elaborar y entregar en tiempo y forma trabajos académicos de calidad; y llevar a cabo las estrategias planteadas en cada trabajo elaborado, así como valorar y autogestionar los avances y retrocesos en cada fase de evaluación para corregir o incorporar nuevas estrategias de orden individual o de grupo (la red de apoyo servirá como retroalimentadora en trabajos y actividades tanto individuales como del mismo grupo.

Resumen del artículo “Aspectos éticos del plagio académico de los estudiantes universitarios”.

El artículo “Aspectos éticos del plagio académico de los estudiantes universitarios”, de Héctor Cerezo Huerta, propone una reflexión ética respecto a los comportamientos específicos en los alumnos en cuanto a distinguir entre las producciones académicas propias y ajenas.

Cerezo Huerta define al “plagio como la acción de hacer pasar como propias aquellas ideas o textos que pensaron otros y que fueron transmitidos por ellos”, ya sea de manera escrita, oral o por algún otro mecanismo de comunicación. Y explica las circunstancias bajo las cuales se lleva a cabo: 1) cuando se usan ideas textuales de otro y no se utilizan comillas y 2) cuando no se da la indicación suficiente, a quien lee o escucha, para que sepa de qué autor, libro, documento o circunstancia fue tomada la idea ajena.

Para el siglo XXI, el perfil académico y laboral no se concibe sin un pleno dominio de la lectoescritura; pero leer y escribir bien implica el respeto a lo propio y a lo ajeno por que constituyen un requisito esencial para el ejercicio de una ciudadanía crítica. Esta situación no es ajena al campo educativo, particularmente a la necesidad de desarrollar en los estudiantes las habilidades de búsqueda y análisis de información, redacción avanzada así como difusión y divulgación científica.

De acuerdo con una investigación de la Universidad de Rutgers (New Jersey), en la cual se reporta que al menos cuatro de cada diez universitarios plagiaron trabajos de la red en el último año. Y [...] casi la mitad de los estudiantes consideró dicho proceder habitual o, por lo menos, banal y no lo equiparó de modo alguno con algún comportamiento de deshonestidad académica.

Por lo tanto, se deduce que la problemática del plagio académico en los estudiantes exhibe como núcleo central la inhabilidad (por parte de los alumnos) en el manejo ético de la información e ignora la necesidad de la presentación exacta de los hechos y las ideas. Por el contrario, la conducta en la búsqueda de información debe estar regida por normas éticas que permitan mantener en todo momento el respeto a los demás, la congruencia en nuestras acciones y la rigurosidad en la honestidad de la investigación científica.

En este sentido, si no hay honestidad académica, el alumno proyecta una imagen de conocimiento que en general no corresponde a la realidad de lo que auténticamente está en su estructura cognitiva. Por ello, sólo aquellos maestros que muestren un compromiso y congruencia profesional y generen una atmósfera intelectual, así como pedagógica de alto nivel, lograrán eliminar o disminuir la deshonestidad académica.

En el nivel superior de educación existen grandes posibilidades de aprendizaje y al mismo tiempo grandes posibilidades de fraude, por lo que se debe consolidar una labor de difusión y divulgación científica a través del cultivo de ideas en los alumnos, ya que el aspecto principal para realizar la redacción de un escrito es la existencia de una idea y la motivación de expresar un interés personal, académico o profesional.

Por otra parte, el artículo ofrece datos reportados por el INEGI, a propósito del XII Censo General de Población y Vivienda, en los cuales muestra a México como un país con grandes desigualdades económicas y con los mayores índices de analfabetismo a nivel mundial. Debido a esta situación, para los maestros es difícil detectar si un alumno escribe brillantemente o sólo copia textualmente ideas de un autor o de un compañero. Para finalizar, el autor reflexiona y explica que el conocimiento sólidamente integrado, permanente y verdadero es la consecuencia de que se gasta energía en actos de aprendizaje.
Cerezo Huerta, Héctor, (2006). “Aspectos éticos del plagio académico de los estudiantes universitarios”. Elementos, ciencia y cultura. Núm. 61, Vol. 13, p. 31. Recuperado el 11 de abril de 2008, de:
http://www.elementos.buap.mx/num61/htm/31.htm

Sumario (documentos del propeduético)

  1. Aspectos éticos del plagio académico de los estudiantes universitarios”, de Héctor Cerezo Huerta. Este documento es importante porque tiene en cuenta que todo acto de producción intelectual, como lo es un texto académico, requiere de normas éticas que impliquen mantener el respeto a las ideas o al trabajo de los demás; requiere de congruencia en tres planos: lo que se hace, se dice y se piensa; y, por último, ser rigurosamente honesto en el momento de la investigación científica. Y en cuanto a las competencias, se implica el pensamiento crítico y algunas de las habilidades de la comunicación escrita.
  2. Retos y logros, reflexión. El objetivo de esta reflexión es valorar los avances sobre el primer nivel de competencias y los retos para el segundo nivel e incursionar de la manera más adecuada a un entorno de educación a distancia mediado por tecnologías de información y comunicación.
  3. “La obesidad, un estereotipo en grupos sociales en transición”. El texto ofrece una reflexión sobre la obesidad, una enfermedad actual con riesgos potenciales de convertirse en la pandemia del siglo y con graves consecuencias tanto para la salud individual como para las estructuras sociales y económicas de los países occidentales, así mismo ofrece una reflexión como fenómeno social, económico y cultural. Se aborda como un estereotipo que presupone un cierto estatus y corresponde a sociedades en tránsito de pre a industrializadas.